Los
Reinos de Taifas
Los últimos hechos acaecidos en España me han hecho
recordar los reinos de Taifas. Pero antes de definirlos veamos la actual
situación geopolítica de España.
De acuerdo a la Constitución que se dieron los españoles
en 1978, arts. 1 y 2.
Articulo 1
“1. España se
constituye en un estado social y democrático de Derecho, que propugna como
valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la
igualdad y el pluralismo político.
2. La soberanía
reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado.
3. La forma política del Estado español es la
Monarquía parlamentaria.”
Articulo 2
“La
Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española,
patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el
derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la
solidaridad entre todas ellas.”
Así pues España es un reino, que tiene al rey Juan
Carlos I como jefe del Estado, pero que no gobierna, sino que el gobierno se
encomienda al partido que ha sacado la mayoría de votos, o que por componendas
políticas con otro partido consigue esa mayoría en el congreso. España se
compone de 17 comunidades autónomas, a las que se les ha concedido la facultad
ejecutar aquellas materias aptas para su funcionamiento, teniendo esas
competencias directamente otorgadas por la Constitución en el art. 148. Pero,
dejando una puerta abierta a su ampliación dentro del marco del art. 149 que es
de las competencias del Estado, o gobierno central. O sea, todo lo que no esté
allí, es susceptible de ser delegado o atribuido a la comunidad autónoma que lo
pida. El deseo de descentralización al dictar estos artículos era evidente.
Hasta aquí todo bien, ya que de lo que trata la Constitución es de ofrecer un
mejor funcionamiento de las instituciones del Estado, sea este central o
autonómico.
Pero ¿qué ha sucedido? Pues que aquellas comunidades con
lengua propia han tratado de ir por su cuenta y riesgo como si en vez de autónomas
fueran independientes, en particular las regiones catalanas. Y la cuestión es
realmente estrambótica, porque quieren la independencia pero las facturas que
las pague el Estado central o gobierno de turno. Esto es lo que ha traído a mi
memoria los reinos de Taifas, existentes en España en la época de la
reconquista.
“La España musulmana dejó de ser una provincia del
imperio de los Califas de Damasco en el año 756, al constituirse el país del
al-Ándalus como un Estado independiente, con su centro en Córdoba y regido por
Abd al-Rahman I, príncipe de la dinastía califal de los Omeyas. Los gobernantes
musulmanes se titularon Califas desde el año 912, en el que abd al-Rahman III
tomó el tirulo de Califa y de “Emir de los creyentes”, instaurando de este modo
en al-Ándalus un califato de Occidente,
que en 1031 se desmembró en varias facciones o “taifas”, constituidas por
principados diversos a los que se da el nombre de “Reinos de Taifas”, de los cuales los más importantes fueron el
Reino de Sevilla, el zirí de Granada, el de Toledo, el de Zaragoza y el de
Valencia. A pesar de la merma sufrida por la reconquista Cristiana, la España
Islámica recobró pasajeramente su unidad política bajo el dominio de los
almorávides. Aunque no tardó en fraccionarse en nuevas “taifas” a mediados del
siglo XII, Los Almohades unificaron durante un tiempo la región para luego
desmembrarse a principios del siglo XIII, tras la derrota almohade de las Navas
de Tolosa (1212), y ser luego conquistados sus territorios en el curso de dicho
siglo por los reyes hispano-cristianos, quienes los incorporaron a sus
respectivos Estados. Solamente subsistió durante dos siglos y medio el Reino
nazarí de Granada, constituido en 1238 y finalmente conquistado e incorporado
al Reino de León y Castilla por los Reyes Católicos en 1492.
Es justo mencionar que el primer Estado hispano-cristiano
que se constituyó fue el reino Astur de Oviedo, unido mas tarde a León y
cambiando el nombre por el Reino de León. En 1037 quedó unido al reino de
Castilla. También los vascones de la ciudad de Pamplona, siendo independientes
del Islam, constituyeron el Reino de Pamplona, que a partir del 905 fue el
núcleo originario del Reino de Navarra. Por otra parte, en los condados de la
Marca Hispánica, el Condado de Barcelona,
prácticamente independiente del Imperio carolingio desde fines del siglo IX, se
constituyó en un Estado feudal, A
principios del siglo IX, los habitantes de la comarca de Jaca o del río Aragón
constituyeron un Condado, que fue erigido en Reino el año 1035, el Reino de Aragón,
estrechamente vinculado en sus orígenes al Reino de Navarra y
circunstancialmente unido al mismo de 1076 a 1134. Este nuevo Estado de la
Reconquista quedó en 1137 bajo la potestad de la dinastía de los Condes de
Barcelona, quienes a partir de 1162 fueron al propio tiempo reyes de Aragón y más
tarde también reyes de Valencia y de Mallorca, cuando estos territorios fueron
reconquistados a los musulmanes. De esta manera se constituyó la poderosa
Corona de Aragón, integrada por los Reinos de Aragón, de Valencia y de Mallorca
y por el Estado feudal catalán o “Principado de Cataluña”, sometidos estos
Estados a la soberanía de un mismo príncipe, pero organizados cada uno de ellos
según su propia estructura político-constitucional.”
(datos
extraídos de La Historia de las Instituciones Españolas, de Luis G. de Valdeavellano
-1968-1970, págs. 225-227. Edic. Revista de Occidente, Madrid)
Entendiendo que la Corona de Aragón
y la de Castilla se fusionaron con los Reyes Católicos, y que aunque con
estructuras políticas de convivencia distintas, ninguno de estos reinos se
quejó o quiso apartarse de esa unión, así como tampoco el feudal “Principado de
Cataluña”, buscando de esa forma una unidad que ha pervivido por los siglos, hecha
efectiva tras el testamento de Fernando el Católico uniendo definitivamente las
coronas de Castilla y Aragón en su hijo y sucesor Carlos I de España y V de
Alemania. A partir de esta unión, la importancia de Cataluña en España se va
acrecentando formando parte esencial de la misma. Por eso se hace difícil hoy
día entender que quieran la independencia, a no ser por diversos grupos
nacionalistas que por su ideología la han pedido siempre. Caso aparte es el
haber convertido la derrota del 11 de Septiembre de 1714, en un acto
reivindicativo independentista cuando de lo que se trató fue de la toma de
Barcelona y la derrota del Archiduque de Austria, a quien habían apoyado los
burgueses catalanes en la guerra de sucesión contra los Borbón, que
paradójicamente ostentan el título de Condes de Barcelona.
No hay comentarios:
Publicar un comentario