EXPROPIACIÓN,
CONFISCACIÓN Y NACIONALIZACIÓN
Es
asombroso ver como pasamos por estas tres fases en lo que canta un gallo. Hace
no muchos días estábamos hablando de la expropiación
sufrida por Repsol-YPF en Argentina, cuando de repente nos pilla la confiscación de REE, la compañía de Redes Eléctricas
Española en Bolivia, y de repente nos levantamos con la nacionalización de Bankia en España. Pues si, a la vista de estas
cosas el asunto es a nivel internacional. Y aunque a vista de pájaro las cosas
no parezcan iguales, en el fondo todas tratan de lo mismo: dinero. Pero
empecemos por el principio.
Con respecto a la expropiación
de Repsol-YPF en Argentina la cosa tiene miga. Cuando ocurrió lo del “corralito”
argentino, España fue de las primeras naciones en ayudar económicamente al
pueblo (gobierno) argentino para evitar el descalabro financiero, unos mil
millones de euros fueron inyectados allí. Así que demostradas las consabidas “amistades”
entre los pueblos, se creyó abierto el camino para la recuperación argentina
con la entrada de compañías españolas aportando capital y trabajo. Pero la
situación del país no mejoró (ni mejorará mientras sigan estas prácticas
arbitrarias contra las empresas que producen riqueza y trabajo), y pagó miserablemente
quedándose con una empresa ya hecha y establecida en vez de crear una propia. Expropiar es desposeer legalmente de una
cosa a su propietario fijando el justiprecio de la misma. Así que enviada
la policía al edificio de Repsol, el congreso aprueba el decreto de expropiación a posteriori. ¿Le pagarán a
Repsol el justiprecio de YPF? Si miramos la cola de los expropiados se puede
decir que no. El más famoso de los expropiados españoles, José Mª Ruiz Mateos,
aún espera que le paguen los 18 mil millones de euros en los que se valoró el
holding Rumasa que le expropió el gobierno de Felipe González, con el voto de
calidad del presidente del Tribunal Constitucional, mostrando así el desacuerdo
que había entre ellos mismos y sellando la expropiación como una decisión
política.
Pero de repente a Evo Morales, presidente de Bolivia, no
se le ocurre otra cosa para aplacar el malestar de su pueblo, cansado de
promesas incumplidas, que confiscar a
REE en Bolivia. Pues bien, celebremos el 1 de Mayo con una confiscación que eso
alienta siempre al pueblo y le da mucho de comer. Nada más y nada menos que el ejército
fue a ocupar los edificios y las instalaciones de REE. Aquí de pagar parece que
ni esperanza. Otra empresa española que queda desprotegida y ultrajada por el
gobernante de turno. Confiscar es privar
a uno de sus bienes y atribuirlos al Estado. Aquí no hay ni esperanza de
recuperar siquiera lo invertido.
Y para colmo de males, cuando se esperaba una respuesta
contundente de España a estos países por su claro atropello empresarial,
aparece como por arte de magia la nacionalización
de un banco creado hace poco a raíz de la unión de Caja Madrid y Bancaja, a la
que se han añadido la Caja de Canarias, Caja Laietana, Caja de la Rioja, Caja Ávila
y Caja Segovia. Una operación conocida en términos financieros como fusión fría
y controlada por Caja Madrid, la cual gestionaría unos 340.000 millones de
euros y que recibiría ayudas del FROB por orden de los 4.465 millones, con
grandes expectativas de consolidación y crecimiento. El nombre de Bankia
aparece como filial del Banco Financiero y de Ahorros, el cual aglutinaría
todas estas cajas de ahorros en una sola entidad, llevando a efecto la
restructuración bancaria iniciada por el gobierno. Tanto la designación de
Rodrigo Rato para Caja Madrid, como para presidir Bankia, aún siendo bastante
política, daba la sensación de solidez por su conocida gestión al frente de la
vicepresidencia económica del gobierno de José Mª Aznar, y sorprendió mucho su
dimisión y el oscurantismo sobre todo lo ocurrido con Bankia, pues desde el
2010 se gestionaba al parecer bastante bien. Nacionalización o nacionalizar es hacer pasar al Estado empresas o
ramas industriales, comerciales o de servicios públicos. El gobierno
español ha querido atajar el problema de raíz aplicando una medida drástica,
que en tiempos de crisis es más bien práctica.
Es significativo que esto haya ocurrido con empresas
españolas en tierras a las que fueron condonadas deudas por el gobierno
anterior. En cuanto a Repsol, ahora le queda luchar por que le paguen el
justiprecio de la expropiación de
YPF, calculada en 8.000 millones de euros. REE puede dar por perdida su empresa
confiscada en Bolivia. Lo cierto es
que estos países haciendo esto en estos tiempos han cometido un gran error,
porque hoy día estas cosas no se solucionan con guerras, aunque la presidenta
de Argentina hubiera ido de buena gana para quitarle las Malvinas a los
ingleses, sino que estas cosas traerán consecuencias económicas a la larga que el
haberlo hecho será más un quebradero de cabeza que una solución. Y en cuanto a
la nacionalización de Bankia esto dará
al gobierno la oportunidad de controlar más de cerca el sistema financiero así
como de empezar a dar créditos para los nuevos empresarios y, de este modo
crear empleo en España. Por lo que cuando fluya el dinero será una buena y gran
inversión a la que muchos querrán entrar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario