La Destrucción de los
Malvados
Por que estas lejos, oh Jehová,
Y te escondes en el
tiempo de tribulación?
Con arrogancia el malo
persigue al pobre;
Sera atrapado en los
artificios que ha ideado
Porque el malo se jacta del deseo de su alma,
Bendice al codicioso y desprecia a Jehová.
El malo, por la altivez de su rostro, no busca a Dios;
No hay Dios en ninguno de sus pensamientos.
Sus caminos son torcidos en todo tiempo;
Tus juicios los tiene muy lejos de su vista;
A todos sus adversarios desprecia.
Dice en su corazón: No seré movido jamás;
Nunca me alcanzara el infortunio.
Llena esta su boca de maldición, y de engaños y fraude,
Debajo de su lengua hay vejación y maldad.
Se sienta en acecho cerca de las aldeas;
En escondrijos mata al inocente.
Sus ojos están acechando al desvalido;
Acecha en oculto, como el león desde su cueva;
Acecha para arrebatar al pobre;
Arrebata al pobre trayéndolo a su red.
Se encoge, se agacha,
Y caen en sus fuertes garras muchos
desdichados,
Dice en su corazón: Dios ha olvidado;
Ha encubierto su rostro; nunca lo verá.
Levántate, oh Jehová Dios, alza tu mano;
No te olvides de os pobres.
Por que desprecia el malo a Dios?
En su corazón ha dicho: Tú no lo inquirirás.
Tú lo has visto;
Porque miras el trabajo y la vejación
Para dar la recompensa con Tu mano;
A ti se acoge el desvalido
Tú eres el amparo del huérfano
Quebranta Tú el brazo del inicuo,
Y persigue la maldad del malo hasta que no halles ninguna.
Jehová es rey eternamente y para siempre;
De su tierra han perecido las naciones.
El deseo de los humildes oíste, oh Jehová;
Tú dispones su corazón, y haces atento su oído,
Para juzgar al huérfano y al oprimido,
A fin de que no vuelva más a hacer
Violencia el hombre de la tierra.
Salmo 10